El padre Raul Ventura, originario de El Valenciano y actual rector del Santuario Guadalupano de Zamora

Fuente: Seminario de Zamora

El padre Raúl Ventura Navarro nació en El Valenciano, municipio de Ixtlán de los Hervores, el 15 de febrero de 1945. El padre nos cuenta lo siguiente: "Fuimos una familia numerosa de 12, [8 mujeres y 4 hombres] los cuales todos estuvimos en el Seminario porque si el hermano mayor estuvo allá...

 los demás tendrían que hacerlo, pero ninguno de los otros 3 perseveró".
Sus padres fueron personas dedicadas al campo, especialmente el papá, que toda su vida la dedicó a la agricultura y al comercio de granos. En enero de 1958 ingresó al Seminario de Zamora, a la edad de 13 años, donde estudió Humanidades, Filosofía y solo 3 años de Teología, pues se le presentó la oportunidad de continuar sus estudios teológicos en Roma. En 1971 fue ordenado sacerdote en Zamora, pero regresó a Roma, a realizar un Doctorado en Teología. Después ingresó a la Universidad Loyola de Chicago, donde estudió un master en Psicología por 2 años: "La idea era volver a Roma, para hacer el doctorado, pero ya no se pudo porque el Señor Obispo me pidió que regresara a la Diócesis".
A finales de 1974, ya en Zamora, su primer servicio fue como Director Espiritual del Seminario Mayor, por 3 años. Su siguiente encomienda fue la de Rector del Seminario: "Fue un reto muy interesante, ya que estaban ahí varios de los que fueron mis maestros, como Mons. Francisco Valencia y el P. Conrado Fernández (+), a quienes siempre agradecí su asesoría ya que en un momento dado se convirtieron en mis colaboradores. Les agradezco su paciencia, el haber disculpado mis errores porque yo no sabía, fui aprendiendo. Entonces tenía 32 años de edad".
Después de 6 años como Rector en el Seminario de Jacona, le pidieron ir al Colegio Mexicano en Roma, también como Rector: "Yo soy ex alumno de ese Colegio; allí volví a estar 4 años; en realidad, el convenio era por 3, pero me pidieron uno más y me hubiera quedado más tiempo, sólo que mi papá había desmejorado en su salud y convenía que me regresara a la Diócesis. Llegamos a ser 140 entre sacerdotes y alumnos, todos estudiando postgrados, una experiencia muy interesante desde el punto de vista educativo y formativo, para mí fue muy grande".

A su regreso fue nombrado Vicario General, por Mons. José Esaúl Robles Jiménez. Por ese entonces se recuperó la catedral inconclusa; al Pbro. Raúl Ventura le tocó estar en las gestiones del acontecimiento, por lo que se entusiasmó por la obra. Fue él quien organizó el Patronato de construcción del santuario, del cual ha formado parte: "Desde el principio he estado en ello, es decir desde hace 20 años, aunque entonces compartía ese trabajo con el de Vicario General".

Santuario Guadalupano de Zamora,
donde actualmente funge como
rector el padre Raul Ventura

A la muerte de P. Rubén Godínez López, el Padre Ventura, quien ya prestaba servicios a la entonces llamada "Catedral Inconclusa", quedó como único encargado, no sólo de la construcción, sino también de la atención pastoral del ya Santuario Guadalupano: "Desde 1995 estoy aquí con las 2 encomiendas: la construcción y la atención a la comunidad en la educación y celebración cristiana; hasta ahora no he tenido una persona que me ayude de tiempo completo; he estado solo; ha sido pesado, pero a todo se acostumbra uno. Gracias a Dios, todo este tiempo he sido maestro en el Seminario, excepto este año, y he encontrado mucha ayuda en los compañeros sacerdotes, al prestar servicios a la comunidad. Es una alegría trabajar con las miles de personas que vienen aquí continuamente, sobre todo los domingos".

Actualmente, el Padre Raúl es también comisionado de la Pastoral de la Salud y participa durante la semana en programas de Radio, en los que comparte reflexiones formativas con el auditorio.

"-Le doy gracias a Dios por todo lo que he vivido; todo me ha gustado; y esa es una de las cosas que a mi me ha ayudado, el trabajo que sea hacerlo y realizarlo lo mejor que pueda. Recuerdo que en uno de los primeros días de mi ordenación sacerdotal, en un diálogo con Dios le dije: Tú sabes que me gusta ser maestro, una parroquia, estar al frente de grupos espirituales, todo, menos la construcción.

Agradezco también a todas las personas que han apoyado y secundado este trabajo material y espiritual, porque uno solo no puede hacer todo".